Los hogares de paso están repletos de gatitos que fueron abandonados por sus humanos en actos de desesperación, negligencia o ignorancia en el cuidado de gatos. Todos los días nos encontramos en redes sociales publicaciones sobre animalitos a quienes, en un acto profundamente compasivo, se les busca hogar.
La llegada de un gatito a un hogar debe ser producto de una decisión cargada de responsabilidad, cariño por los animales, conocimiento previo de los hábitos gatunos, y disposición para la adaptación mutua. Como es evidente, somos especies diferentes; los humanos hacemos parte de otra familia, aunque pertenecemos a la misma clase taxonómica: la mamífera. Permitir que un gatito haga parte de nuestro hogar es aceptarle como especie, con la responsabilidad y el compromiso que nuestro hogar lo amerita.
Los gatos cuando son cachorros tienen un periodo de estructuración de sus capacidades de socializar con humanos. Es una puerta que se abre y se cierra para que estos animalitos nos reconozcan como especie amigable, y puedan cohabitar con nosotros el resto de sus vidas mientras estemos a su lado. El desarrollo cognitivo de los gatos y de su potencial de hacer lazos sociales está altamente regida por sus experiencias antes de convertirse en adultos. Por ello es muy importante el afecto y el cuidado que les podamos brindar desde temprana edad.
No es habitual, pero los mininos pueden presentar algunos problemas de comportamiento que pueden ser molestos como orina indeseada, agresividad, o daños en nuestros muebles y objetos queridos. Es altamente probable que sean corregibles todas aquellas actitudes que están por fuera de lo normal en los hábitos de los felinitos. Es importante tratar de entender su comportamiento, y para ello hay bastante información en internet y en bibliotecas que puede ayudar. Sin embargo, recurrir a un experto en comportamiento de gatos es la mejor decisión. En internet puedes encontrar tips y experiencias personales que pueden dar luces sobre cómo arreglar el problema, pero un experto sabrá identificar rápidamente la raíz de éste y sabrá cómo corregir y devolver la harmonía a tu casa.
Es recomendable no regalar un gato sin el previo concentimiento de la persona que lo va a acoger, ya que no se trata de un bien o un adorno para poner sobre la mesa del comedor o del sofá, sino de un amigo que se integrará a la familia.
Jugar con ellos, estimularles sus habilidades y comportamientos propios de la especie les hará felices y habrá harmonía en casa. Por fortuna, cada vez es más fácil encontrar expertos que nos pueden ayudar a cuidar mejor de nuestros mininos, que los pueden estimular y acompañar mientras estamos por fuera de la ciudad, por ejemplo. El mercado ofrece múltiples alternativas para que te comuniques mejor con tu gato, para que le ayudes a ejercitar sus habilidades.
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The Cat Cave Team