¿Sabías que los gatos en un entorno y desarrollo natural son mucho más silenciosos que aquellos que crecen junto a humanos? Si bien los gatitos suelen ser taciturnos comparados con los perros, hay momentos en el día en los que sus sonidos nos atrapan, y a veces nos preocupan o no nos dejan dormir.
Los gatitos no pueden rugir como algunos de sus hermanos mayores. Estos imponentes sonidos suelen servir a leones, tigres y pumas, entre otros, para comunicación entre individuos, o para reclamar un territorio. Sin embargo, los Felis Silvestris Catus emiten sonidos que a pesar de no usarlos dentro de un lenguaje complejo de comunicación, contribuyen en poca o gran medida a la manifestación de sus estados mentales.
Cuando son pequeños, los mininos maullan como prueba de presencia para la madre, y para pedir alimento, obviamente. Cuando son adultos, los maullidos suelen ser utilizados durante el celo y las peleas, en las que los bufidos suelen ser el preludio: un aviso claro de molestia.
En casa el maullido suele ser un medio de manifestación propio de tu gatito, mediante el cuál intenta decirte algo. Ellos logran muchas entonaciones y hasta vocalizaciones que suelen utilizar para llamar nuestra atención, y así, luego conseguir algo. Por ejemplo, cuando están ansiosos por que entres a casa, o cuando tienen hambre, o están acechando algún incauto bicho, o cuando quieren que les abramos alguna puerta, incluso cuando quieren disfrutar de nuestros mimos.
Un Lenguaje Íntimo
Los gatitos usan mayormente el lenguaje corporal para manifestar sus emociones. La clave está en prestar mucha atención a las gesticulaciones corporales que acompañan los maulliditos si lo que buscas es traducir sus fonaciones. Básicamente, con los maullidos, buscan tres objetivos: hacer una solicitud, demostrar afecto y manifestar molestia. Sus dulces o estridentes cantos son un medio de manifestación que ha construido para ti, ya que haces parte de su cotidianidad; es un lenguaje único y sólo tú lo puedes descifrar prestando atención. Se trata de un entrenamiento mutuo en el que posiblemente estás más involucrado, por no decir manipulado, de lo que piensas. La clave está en leer las posturas que están acompañadas de los maullidos.
Ten presente que la intensidad y la frecuencia denota urgencia. Podemos, entonces, distinguir varios tipos de maullidos:
1. Saludo de bienvenida o reclamo de ausencia.
2. Conversación, cuando hay una respuesta tranquila y recíproca entre tú y el michis.
3. Humano, no me importa la hora, pero necesito tu atención. Es probable que los maullidos sean molestos, por ejemplo en medio de la noche. Lo más seguro es que tu gatito sepa que maullando podrá tener una retribución alimenticia, o simplemente tu atención, por lo tanto hay que enviarle un mensaje de que ese tipo de “presión” no sirve para obtener lo que necesita con tanta urgencia, y de esta manera ira moldeando su conducto en función de nuestros hábitos.
4. Sálvese quien pueda! Cuando hay un peligro no identificado.
5. "Toy piedro!"
Las rutinas les proporcionan tranquilidad. Si procuras conservarlas evitarás serenatas inoportunas en medio de la noche.
¿Has identificado otro tipo de maullidos en tu gatito?
Esperamos que la lectura te haya gustado; esfuérzate por comprender su naturaleza así podrás suplir sus necesidades. Por favor, comparte y comenta.
