Por sus antecedentes callejeros, mi gata es un poco esquiva y asustadiza. Se mantiene alerta a cualquier cambio o signo de peligro en su entorno. Por lo tanto duerme con un ojo cerrado y otro abierto, o al menos esa era mi impresión.
He visto ya varios videos por Instagram en los que aparecen gatos dormidos en un estado imperturbable. Sus humanos les mueven las paticas o los acarician, y los felinitos ni se inmutan. Me causó curiosidad y dulcemente le hice lo mismo a Vika, teniendo cuidado de molestarla sólo en lo mínimo. Y efectivamente, dormía plácida y profundamente, en un signo de descanso y total confianza.
Los gatos son de hábitos nocturnos, y se muestran mayormente activos al anochecer y en las madrugadas. Esto se explica porque sus antecesores en su estado natural solían aprovechar estos momentos para cazar, y en un descuido, tu gato también lo hará. Suelen dormir bastante y varias veces al día. Se estima que un gato puede dormir un promedio de catorce horas; pueden ser mas o menos, y dependen varios factores propios y ajenos pueden influir.
Su ciclo de sueño es muy diferente al del Homo sapiens. Mientras nosotros debemos dormir por recomendación ocho horas, un gato recién nacido puede dormir hasta veinte. Su naturaleza les exige muchas horas de descanso para poderse reponer de sus actividades altamente demandantes de calorías. Su fisionomía y metabolismo les permiten hacer movimientos ágiles y precisos, y de mucha destreza. Los zarpazos cuando juegan, los brincos hacia y desde alturas inverosímiles, y el sigilo para desplazarse, entre otros, requieren de una sincronía y fisionomía exigente en energía.
Por lo general buscan sitios oscuros y cerrados, a veces apartados y silenciosos donde se sienten seguros. Suelen ser sus lugares de seguridad a los cuales huyen cuando perciben un signo de posibilidad de peligro. Puedes ayudarle a que se sienta más confortable con una caja de cartón, o una mantita.
Ver a nuestros gatos dormir a sus anchas nos puede despertar ternura y hasta envidia. “Contorsionados”, enrollados o estirados totalmente, siempre nos detendremos a mirarlos, al menos, por un instante. Y si el tuyo es de los que irrumpe en tu cama para echarse un sueño, disfruta de su honorable compañía.
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1 comentario
Ver dormir a tu amigo felino es más que relajante y te quehace pensar tal vez ese estrés que sientes por el día a día tal vez no valga la pena